domingo, 16 de octubre de 2011

Apertura del Personal Fest 2011. Día 2.



El 2 de octubre traería la potencia del rock, el pop y algún que otro estilo mezclado por aquellos matices a Buenos Aires.  Las tarimas estaban preparadas para Deborah del Corral, Beto Cuevas y el rockero por excelencia de muchas mujeres,  Lenny Kravitz. 
  La primera en subir fue Deborah del Corral, quién interpreto 5 canciones;  Deborah se encontró con algunos contratiempos como por ejemplo la gente desconoce sus antecedentes musicales, no tiene idea de su carrera; otro factor que creo empeoró todo fue decidir implementar  aplausos de utilería ante un estadio en silencio y los fanáticos de Beto Cuevas y Lenny Kravitz coreando los nombres de los mismos, actitud que definitivamente molesto a la cantautora.
Mas tarde quién se enfrenta con el público es el conocido ya Beto Cuevas ; quién nos visita por segunda vez luego de casi tres años de ausencia en el país.  Esta vez trajo aires nuevos tanto en la conformación de su banda como en su puesta en escena.  Aunque lo que tal vez debería considerar renovar es el playlist de los shows.  Tuve la oportunidad de verlo en Valdivia y fue bastante similar. 
La actitud frente al público, la interacción con el mismo y la atención que prestaba tras cada tema o palabra que decía fue algo que le sumo muchos puntos a favor e hizo que los fanáticos de Lenny lo aplaudieran, sin conocer más de él que lo que estaban viendo en ese momento.   
Entre los temas interpretados  estuvieron: Miedo Escénico –el cual titula su disco- Un minuto de silencio, vuelvo,  háblame; clásicos de La Ley como Aquí, Delirando, Mentira, covers: Rosa Rosa – con el cual hizo un excelente enganche para que suene Delirando- y un pedacito de la canción de Lenny Fly Away .  Pero lo que destaco como EL momento del show, fue las palabras dedicadas a los estudiantes chilenos quienes están siendo reprimidos brutalmente y de una forma casi absurda en épocas de democracia ; lo cual derivo en que dedicará su nuevo tema titulado “’Amor y actitud”.  
Lo que falto: la presentación formal de su banda ante todo el estadio.
Finalmente luego de una hora de intenso recital, Beto Cuevas despide a sus fans y baja del escenario, abriendo paso a la estrella de la noche: Lenny Kravitz.
La gente estallo en un grito a medida que sonaban sus temas y la multitud empezó a aglomerarse contra el escenario.  Lenny  dio un show incomparable, tanto por la calidad de artista que es pero por sobre todo lo humano que resulto al hacer un pequeño acústico sentado al borde del escenario, luego bajar hasta donde estaban sus admiradores y ponerse casi sobre el público permitiendo que lo abracen mientras el les cantaba y lo que colmo la noche fue verlo descender del escenario y caminar entre un vallado que dividía el campo común del campo vip. Las personas enloquecieron y ni bien el empezó a dar vueltas por los costados la multitud se nos vino encima en forma de espiral siguiendo a su ídolo.
Cuando termino subiendo al escenario de nuevo, para interpretar los últimos dos temas de la noche, vuelve a sorprendernos tocando algo más que lo previsto.  Agradeció y una cámara lo siguió mientras se retiraba de la vista del público.
Puedo afirmar que el show que nos brindo fue uno de los más genuinos hasta ahora vistos por mi persona, simplemente asombroso.
El playlist de Lenny fueron canciones como:  Come on get it; It ain’t over till it’s over ; American Woman, Believe, I belong to you y Let Love rule.  Entre otros maravillosos temas.
Y allí estábamos todos incrédulos por lo que acabábamos de ver. Una noche que será recordada en la memoria de muchos y en los corazones de pocos.